Blastonk (3ª Parte)

      Al que fue mi soldado, amarrado a la camilla, gritando y zarandeándose, de forma descontrolada. Caminé hacia él y le dije – ¿Qué te sucede? –, a lo que él contesto con un simple gemido.

      El médico, que fue el segundo en entrar, detrás de mí, dijo – No ha dicho nada desde hace rato, lo único que hacer es eso. – y le pregunté al médico – ¿Sabe lo que le ha pasado? ¿Te ha dicho algo antes de quedarse así? –, – No, solamente le estaba observando mientras descansaba, buscando heridas u otras marcas que pudiera tener. –contestó el médico, – ¿Has encontrado alguna herida o tienes alguna idea de lo que pudiera haber pasado? ¿De por qué está así? –pregunté, – Todo parecía normal. Lo único que en la nuca tiene un corte reciente, sin suturar, a causa de lo que parece ser una intervención quirúrgica, que yo, siendo el único médico del grupo no recuerdo haber hecho. –respondió, – Veamos que es lo que tiene –contesté al instante.

      Llamé a cuatro soldados, para que trajeran cadenas, para sujetar más firmemente al otro soldado. Le dimos la vuelta, para ser más cómoda la observación de la nuca y ya, con el soldado bien amarrado a la camilla, con unas fuertes cadenas, me dispuse a decirle al médico que siguiera observándolo. El médico, con el bisturí en la mano, se dispuso a abrir de nuevo la herida en su nuca, pero justo cuando empezó a abrirle la herida, se quedó extrañado, al ver, que el bisturí no accedía por completo a su nuca y dijo – Aquí hay algo. –, – ¿Algo? ¿Algo como qué? –contesté, – No lo sé, parece metálico. –respondió el médico preocupado. – Terminemos de ver lo que es, y no te preocupes por el soldado, que no parece que pueda empeorar. –dije, al ver la cara que había puesto el médico.
    El médico terminó de abrir la herida, haciendo un corte aún más grande, para poder observar su herida. Dejó el bisturí encima de la mesa, que se encontraba a su lado y se dispuso a tocarle la herida con sus dedos, notó que tenía un extraño objeto metálico, con una luz roja, que palpitaba. El médico se quedó alucinado, no sabía lo que podía ser, pero eso no debería estar ahí, entonces, yo le pregunté – ¿Qué puede ser eso que tiene ahí? –, y el médico, sin todavía quitarle los ojos de lo que estaba viendo, dijo – Pues no lo sé, nunca había visto algo así. – ¿Se le podría extraer? –respondí, – No sé. Tendré que estudiarlo, pero no tiene buena pinta. Está alojado en un mal sitio y sería muy fácil cometer un fallo y matarlo. –contestó algo serio, – Pues bueno, estúdialo y haz lo que puedas. Si necesitas algo que te lo traigan inmediatamente y tenme al corriente. –respondí.

      Salí de la caseta y me dirigí a descansar. Llevaba toda la noche sin pegar ojo, ni yo, ni mis hombres y todavía seguían con los molestos ruidos en las puertas. Ya, cansado, me dirigí hacia las puertas, como si estuviera cegado por aquellos ruidos molestos. Cuando llegué a las puertas, sin pensarlo dos veces, saqué mi pistola, apuntando al que más cerca estaba y pegándole un solo tiro en el cuello. Los guardias, al ver lo que había hecho sin previo aviso y al ver, que no se levantaba al que había disparado, se quedaron impactados y les dije – Ya sabéis a donde tenéis que disparar. Terminen con el resto, a ver si ahora se puede descansar. –.
      Mientras volvía a guardar el arma y dirigirme a dormir, se escucharon unos fuertes disparos, que terminó con un silencio absoluto. Y seguí mi camino.

Continuará…

¿Que les parece esta 3ª Parte?... ¿Vamos a por la 4ª Parte? Respondan según sus gustos, si no les gusta, o si les gusta y quereis que siga con la histora (aún no escrita).. En sus manos está! O hacemos otra historia.

PD: ¿Alguna sugerencia para la 4ª Parte?

Si quieres leer la 1ª Parte de esta historia, haz click aqui.
Si quieres leer la 2ª Parte de esta historia, haz click aqui.