Jugando con fuego, Cristina Caviedes

He leído Jugando con fuego, tenía muchas ganas de probar que tal estaba. Ya había leído el de Historias de una Gaviota y cómo me gustó, quería ver que tal estaba este. Y gracias a Cristina, que me lo envió, he podido disfrutar leyendolo..

Jugando con fuego, Cristina Caviedes

David Miranda no ha nacido en una familia marginal, no tiene problemas económicos ni un hogar desestructurado... pero David ha encontrado el modo de dejar a un lado sus escrúpulos para traficar y embarcarse en una aventura que le puede costar muy cara. El dinero fácil y unos amigos nada recomendables le sumergirán en un mundo donde sólo le queda jugar con fuego y rezar para salir victorioso de un lugar del que muy pocos logran escapar bien parados. Sólo una persona permanecerá a su lado a lo largo de los años, Claudia, quien mantendrá su fe en él a pesar del dolor y las dificultades de amar a alguien como David.


Ha sido fantástico poder disfrutar de Jugando con fuego, con la historia de David, Claudia y la pandilla que les rodean. Son muy diferentes, David es un chico que vive de las drogas que vende y a causa de eso, pierde todo lo que hasta ahora tenía, por lo que tiene que buscarse la vida, cómo mejor sabe, vendiendo drogas y Claudia, es una chica que vive con sus padres y que tiene su vida, por decirlo de alguna manera, hecha.

Se conocen en una discoteca, dónde ella va con sus amigas, Marina, Marta y Sonia, a divertirse y dónde él, va a vender. En un primer momento, es todo muy confuso, pues él aparece así como así, de la nada, sin conocerlo, aunque cogen confianza rápido, a ella no le encajaba nada como es él. Es frío en ciertos momentos y en otros momentos es simpático, algo que se entiende muy poco.

La vida que lleva este chico es de sexo y drogas, no hay nada más, ha tenido una vida de sufrimientos y no le ha sido nada fácil, tener una vida que se pueda decir, feliz, Claudia, al contrario, sí ha tenido una vida feliz, pero con varias decepciones amorosas, que no la ayudan mucho, por lo que al conocer a David, su vida da un giro inesperado.

¿Y la vida que lleva toda la pandilla? Por la parte de David, viven en el mismo mundo que él, en el mundo del sexo y las drogas, viven de eso y a algunos parece gustarles. En algunas ocasiones, me dan mucha pena algunas personas de la pandilla, de Marco, Jorge, Raúl, pero sobre todo de Iván, pues, no lo soportaba, me costó mucho poder soportalo un segundo.

Claudia me encanta en todo momento, aunque le hubiera dado unos cogotazos de vez en cuando y David, pues, no puedo decir lo mismo, porque al principio no lo aguantaba, solo daban ganas de darle, hasta cansarme, pero poco a poco, quieras que no, le fui cogiendo cariño. Es una historia bastante señalizada, de amor, pero también de los malos caminos que uno puede llegar a coger y que uno debe cuidar lo que tiene y no hecharlo a perder, por orgullo, porque cree que se va a rebajar o cualquier estupidez.

Hasta ahora, de Cristina Caviedes, me he leído Historias de una Gaviota y Jugando con fuego, y tanto de uno, cómo de otro, no he podido despegarme en ningún momento. Tiene un final muy bueno, a mí me ha encantado. Ha sido genial, haber leído este libro y haberlo disfrutado tanto cómo lo he hecho. Está totalmente recomendado, sin duda.

Cristina Caviedes.
Nací en Madrid el 18 de marzo de 1975. Siempre me gustó escribir, pintar y observar el mundo que me rodea, tratando de ver más allá y analizar las causas que nos llevan a tomar determinadas decisiones en nuestra vida. Viví 2 años en Inglaterra, y después volví a España para estudiar Psicología en la Universidad Complutense de Madrid.
He trabajado en diferentes sitios, como administrativa, comercial... pero hace un año gané un concurso de relatos cortos y me sentí tan bien haciendo lo que realmente me gustaba, que eso me hizo decidirme a dejarlo todo y dedicarme a lo que realmente me apasiona desde niña, que es escribir. Decidí borrar la palabra "miedo" de mi vocabulario y dejé mi trabajo fijo, a pesar de estar en plena crisis, y me volqué de lleno en esta aventura.

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Puntuación:

★ Gracias a Cristina Caviedes por el ejemplar ★